15 - 12 - 23
En la mañana escribí, según mi estimación, la última carta institucional de recomendación de mi carrera como profesor universitario. Luego me fui a Hernández a comprar libros de María Moreno, María Teresa Andruetto y Gabriela Cabezón Cámara que juzgué imprescindibles. No es que los tuve que comprar ni nadie me los regaló: los elegí; gran satisfacción.
Pienso en el subte de vuelta que la única actividad
cultural o similar que hice en el mes fue asistir a la presentación del libro
de Pacheco, con la presencia de Eduardo Rinesi, en la que mi pareja y yo fuimos
los únicos espectadores. Poco, muy poco, aunque mejor no lamentarse y planear
mejor la próxima visita. Como aconsejaba el Negro Ábalo, es cuestión de
organización.